El Tarot como herramienta de escritura
La idea es buscar inspiración para las aspiraciones, pensamientos y miedos de los personajes. Lo que hago es ponerme en su piel y preguntar a un oráculo ficticio como si la estuviera haciendo a mí mismo.
Echo las cartas e interpreto los resultados.
Puede parecer una tontería y no, no creo que unos trozos de cartulina pintados tengan poderes mágicos o predictivos, pero sí sugestivos. Y esto es todo lo que necesito para sacarme de una duda.
En realidad cada pregunta se divide en una serie de siete sub-preguntas.
- ¿Cómo te sientes ahora?
- ¿Qué acaba de pasar?
- ¿Quién es tu amigo?
- ¿Quién es tu enemigo?
- ¿Qué temes?
- ¿Qué te espera el futuro, si no cambias?
- ¿Qué puedes hacer?
Y para cada pregunta se saca una carta, que interpreto o de la manera tradicional, sacada de ese tratado antiguo que es Internet, o me dejo ir.
Este es todo mi sistema, pero funciona.